un extraño par

Temí que sus diferencias fueran irreconciliables, pero poco a poco han construido una sólida relación.
Son de llamar la atención en el parque: Cleo tan nívea, de pequeñas orejas y rabito cortado es hostil, no le gusta la gente ni los grandes perros a quien está dispuesta a enfrentarse a la menor provocación, los perros pequeños sólo le causan extrañeza y curiosidad; Circe tricolor, de largas orejas y enorme cola que golpeará contra lo que sea para mostrarte su felicidad, le gusta pararse en dos patas para acercarse a la gente y hacer fiestas, pero no le gustan los grandes perros, si alguno se acerca llorará desconsolada para que su hermana la defienda.
En casa también contrastan: Cleo adora a mi compañero, lo sigue y lo cela, es la guardiana de la casa y muestra sus buenos modales (que son pocos, pero los muestra), es capaz de arrebatarnos por lo expresiva que es. Circe me sigue a mí, es la pequeña, la consentida, se acurruca en mí para dormir, es independiente y si la cansamos, da la media vuelta y nos ignora; es rebelde, un desastre, le gusta robarse todo y es curiosa hasta el cansancio.
Son dos que ya no pueden separarse, que se combinan, que juegan, pelean, comparten los muñecos de peluche y a sus dos humanos.
Comentarios
tienen
amor
:-)
gracias por venir a verme
Guardagatos tienes razón, se acompañan de manera distinta, se comprenden y se protegen.