Con la vida a cuestas

El silencio ha sido mi escondite, mi arma contra el desconsuelo... creo que profesionalmente estoy estancada, ando buscando opciones, posibilidades, pero parece que tengo la brújula para llegar a los grandes problemas y la mala paga.

Lo cierto es que hay planes para desarrollar proyetos por cuenta propia, pero hay que terminar de amaestrar al gran tigre que me gané en la rifa, cobrar unos cuantos pesos y darnos tiempo para iniciar, lo que sea que tenga que iniciar.

Siento el abandono de estos espacios, pero la mayor parte de estos últimos dos meses me la he pasado con la presión de trabajo al tope, con las finanzas llenas de agujeros y ligeramente deprimida; justo en estos momentos celebro que mi compañero sea capaz de desligarse de la presión que genera estar al día y que haga todo lo que le es posible para mantener mi atención en lo verdaderamente importante, es bueno que él vaya ligero por el mundo (total, la de complejo de caracol soy yo, si algo hace falta, seguro está sobre mis espaldas).

Comentarios

Anónimo dijo…
hace tiempo te debía una visita

también ando con tiempos y sueños acaracolados

a veces el tiempo se detiene porque otras cosas se despliegan y avanzan



es un misterio el ritmo y la forma que toma la existencia



que bueno que vuelvas y andes como sea...


mis abrazos

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