pues no...

no me moje los pies en el mar, sólo lo vi a la distancia desde las explanadas del hotel; porque en lugar de dar una conferencia de dos horas, di la capacitación personalizada salón por salón, lo que me llevó cinco horas.

razón por la cual también, por primera vez en mi vida, perdí el vuelo de regreso a casa. y cuando me suceden esas cosas suelo frustrarme y enojarme conmigo, así que me bloqueo. la cuestión era no muy grave, tenía dinero para pagar un hotel o para comprar un boleto de avión... afortunadamente mi compañero siempre tiene cabeza para solucionar esas situaciones.

como yo no podía localizar a una de mis mejores amigas que es de sonora (y por lo cual había amplias posibilidades de que alguien estuviera viviendo en hermosillo), él la localizó, y sí, uno de sus hermanos andaba allá, así que él me rescató, me llevó a cenar y me hospedó.

a las 6 de la mañana del otro día (hora de allá, o sea 8 de la mañana de aquí) tomé el vuelo de regreso. llegando al aeropuerto tuve que hacer un trámite bancario, porque también perí mi tarjeta (la segunda en una semana).

en fin, los viajes relámpagos no son lo de hoy.

entre los detalles curiosos del viaje, fue darme cuenta que hay una cantidad enorme de grillos en sonora, tantos, que incluso en el aeropuerto se coló uno y danzaba feliz sobre las baldosas blancas.

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