pesadillas

No suelo tener pesadillas, sólo a veces recuerdo lo que sueño, a veces creo que no sueño, incluso, que no duermo.

Hace tres noches tuve pesadillas; él me despertó y no me di cuenta. Sí desperté, pero no relacioné su acción con ello. Al parecer empecé a hablar y a quejarme.

Me desperté asustada, con un nudo en la garganta y terriblemente enojada; todo, al mismo tiempo. Mis pesadillas no fueron un encuentro con monstruos o seres horrendos, mis pesadillas fueron circunstancias en donde me desaprobaban enérgica y seriamente; ups, no soy una persona que busque la aprobación del otro o que le interese lo que piensen los demás... ¿o sí?

Al parecer, si la desaprobación viene de alguien verdaderamente importante no la puedo resistir. ¡Demonios!, ahora entiendo el sentido de las pesadillas, ahora comprendo ese enfrentamiento a los miedos.


Y tus pesadillas, ¿cuáles son?

Imagen tomada de:  www.mdelara.com/surrealistas.htm

Comentarios

Mond dijo…
Yo creo que, al final, a todos nos interesa lo que piensen los demás, lo que digan, etc. ¿Acaso no vivimos en sociedad por algo?

De mis pesadillas mejor ni hablar, son tediosas, aburridas y repetitivas...

Bonito domingo :)
aus dijo…
en esto no estoy de acuerdo, vivimos en sociedad porque es una necesidad animal; pero la búsqueda de aprobación es una etapa que uno supera... o no.

en general tomo decisiones por mí, pero es curioso analizarse y descubrir que hay opiniones que pesan más de lo que uno cree (o de lo que uno asume).

las pesadillas nunca son divertidas, pero tal vez sea momento de dejarlas sólo para las malas noches y no para la vida.
Anónimo dijo…
u
La pesadilla es la memoria, no nos deja en paz, y más en sueños, la pesadillas son eso, memoria viva de cadáveres, de estupideces que pesaron tanto, de ausencias que nos hicieron más indigentes, de muertes lentas, muy lentas, casí estancadas; y lo peor es que son inconscientes, se aparecen en esas pesadillas, con el cuerpo blando y el sudor en al frente.

Saludos

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