los primeros 36 días

es curioso cómo funciona la vida, cuando uno cree que tiene el control descubre que no es así.

hasta el lunes pasado sólo me tocó ver aspectos positivos del adiestramiento de Cleo y Circe. también es verdad que no habíamos entrado al meollo del problema: su convivencia.

el martes tocó revivir aquello que nos hizo separarlas, a pesar de un ambiente controlado hubo dos primeros forcejeos que dejaron a Cleo con la cara con múltiples cortadas; un tercer ataque nos tomó por sorpresa, hubo sangre de por medio, incluida la mía.

hay aspectos desconcertantes en lo que pasó: la fiereza de Cleo en ese último ataque, su determinación por llegar hasta Circe, pasando encima de Tonatiuh y de mí; así como lo poco que le importó saber que recibiría un castigo.

ante lo inexplicable de la situación, la propuesta para intentar solucionar de manera definitiva el problema es sacarlas de lo que conciben como su territorio; así que en un par de semanas ambas irán a un sitio neutral para trabajar. en pocas palabras: a grandes problemas, grandes soluciones.

evidentemente las consecuencias de este evento no sólo fueron físicos (mi herida, las múltiples de Circe, las de Cleo, el castigo), se han removido muchas cosas en mí, han revivido muchos de mis miedos:

1. temo por la integridad física de Circe, cada vez que sale lastimada me siento tan culpable e injusta por intentarlo sabiendo los riesgos.

2. temo vivir enojada con Cleo, porque no entiendo su motivación para atacar a Circe, después de haberla cuidado de cachorra.

3. temo ser injusta y relegar a Cleo porque en el fondo sé que eso sería una forma más de alentar su enojo.

4. temo no ser capaz de controlar la situación y de echar a perder cualquier trabajo que se haga con ellas; es decir, no estar a la altura.

5. temo bloquearme cuando tenga que reaccionar y reforzar o desaprobar conductas en cualquiera de las dos.

6. temo equivocarme, como en todo, como siempre, temo equivocarme.

he tenido 48 horas agotadoras de darle vuelta a las cosas; las conclusiones a las que he llegado:

1. en siete años nunca me he separado de Cleo y en casi cinco de Circe, es momento de romper la codependencia en la que vivimos las tres.

2. me da terror que Circe tenga una herida más, pero confío en que estará en una situación controlada que no escalará al punto de ponerla en peligro.

3. tengo un par de semanas para reforzar y encaminar el trabajo que habrá fuera de casa.

4. después tendré un par de semanas para cambiar lo suficiente la fisonomía de la casa, para que el territorio sea mío y no de ellas.

5. tengo plena confianza en Tonatiuh para evaluarlas y definir los pasos a seguir.

hoy logro tener claridad después de dos días de confusión; supongo que tuvo que ver directamente con la sesión de trabajo que tuvimos. por supuesto cuando escuché que trabajaríamos nuevamente en casa con las dos, en lugar de salir y repasar los comandos de obediencia básica, y tomando en cuenta que Circe viene llegando de pasar una noche en el veterinario por las heridas, estuve tentada a preguntar si era una broma.

por supuesto no pregunté y decidí escuchar cuál era la idea, la forma de control más segura fue mantener a Cleo atada y crear un límite de seguridad para el trabajo con Circe, de manera que no hubiera forma de que se alcanzaran.

con estas medidas de seguridad trabajamos la tolerancia de Cleo frente a la presencia de Circe y frente a mi acercamiento con ella. también trabajamos la tendencia de Circe a huir, esconderse e inquietarse con la presencia de Cleo. ahora tengo forma de mantenerlas a ambas en el mismo espacio sin problema, lo puedo hacer sola y tener tranquilidad al respecto, pero no sólo es tenerlas, es trabajar con ellas, estar pendiente de ellas, en una frase "mantener el control".

no es que no se me hubiera ocurrido amarrarlas en el mismo espacio, es que no sabía cómo evitar que Circe terminará escondida y arrinconada en el punto más lejano a Cleo, o que ésta estuviera ansiosa buscando cazar a Circe.

si tengo que concluir algo de todo este recorrido es que a pesar de que el adiestramiento canino se trata de repetición, da cabida a la creatividad; tal vez sea justo eso lo que haga la diferencia entre adiestradores, la capacidad de utilizar los mismos comandos en situaciones diferentes.

de alguna forma tengo la certeza de que voy por el camino correcto; en este momento no estoy totalmente segura de que las nenas puedan reintegrarse, sin embargo, sé que el resultado final será bueno para ellas, incluso si decidimos que no pueden convivir al cien por ciento. aunque confieso que quisiera recobrar esta estampa, aunque eso implique que no haya suficiente espacio en la cama para mí:

Comentarios

Mond dijo…
Y, como tú dices, de memorias está hecha la vida y de estas memorias, vienen los aprendizajes, incluidos los del corazón.

Un abrazo a las tres.
Unknown dijo…
Es súper difícil a veces convivir con un perro en casa, y entender que sus necesidades son tan importantes como las tuyas. Mi perro es un anciano y aunque sus paseos son más cortos, siguen siendo igual de frecuentes que antes, es algo que él necesita por mucha flojera/trabajo que yo tenga.
Ánimo, mucha suerte con tus mascotas :)
aus dijo…
Gracias Inga, gracias por la visita, por la lectura, por las palabras; tienes razón, a fin de cuentas aprender se trata de equivocarse, aunque a veces duela.

Martha, en realidad no es difícil estar con ellas, lo difícil es que no puedan estar juntas, eso pesa y claro, hay que atenderlos aunque uno no tenga ganas/humor. Gracias por la visita.

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