En movimiento
He tenido unos días complicados, entre viajes para presentar libros y un trabajito que surgió por ahí, no he podido escribir; si además le sumamos que quería poner alguna foto en este post y no encontraba cómo descargarlas de mi teléfono; hoy pude hacerlo, sólo para descubrir que utilicé una función en el teléfono que hace que las fotografías sean pequeñitas, ni hablar, ya sé qué no hacer para las próximas.
Hace una semana estuve en Tijuana, lamentabemente la presentación no tuvo mucha audiciencia, pero finalmente disfruté el viajecito; aproveché para darme una vueltecita por Ensenada (de donde es la foto), caminé, leí, me di un par de vueltas en la alberca, recuperé una sensación que hace tiempo no tenía, esa calma de saber que las horas están por delante y no hay que correr.
Después de esta mini aventura de dos días me dieron unas ganas inmensas de viajar otra vez, había olvidado esa sensación maravillosa de irse y la reconfortate de volver.
Hace una semana estuve en Tijuana, lamentabemente la presentación no tuvo mucha audiciencia, pero finalmente disfruté el viajecito; aproveché para darme una vueltecita por Ensenada (de donde es la foto), caminé, leí, me di un par de vueltas en la alberca, recuperé una sensación que hace tiempo no tenía, esa calma de saber que las horas están por delante y no hay que correr.
Después de esta mini aventura de dos días me dieron unas ganas inmensas de viajar otra vez, había olvidado esa sensación maravillosa de irse y la reconfortate de volver.
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